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== Orígenes y filosofía == | == Orígenes y filosofía == | ||
Revision as of 15:12, 15 December 2025
Contents
Orígenes y filosofía
El tequio es el nombre que recibe el trabajo colectivo no remunerado producto de una decisión tomada en conjunto con el objetivo de satisfacer deseos comunes, resolver problemas compartidos o realizar actividades para el sostén de la vida. El tequio es una práctica presente en comunidades indígenas pero también en comunidades no indígenas, en contextos rurales y también en contextos urbanos sobre todo en el centro y sur de México.
La palabra tequio, adaptado al español mexicano, proviene del náhuatl tequitl que originalmente significa “trabajo”. En otras áreas del país se conoce también como “tequil”, “faena”, “faina” o “fajina”. Es importante apuntar que la palabra tequio, como préstamo procedente del náhuatl al español mexicano, recibe otros nombres en las distintas lenguas indígenas del país.
El tequio como medio para cumplir deseos comunes se expresa, por ejemplo, como trabajo colectivo para la creación de infraestructura comunitaria o para la producción de las fiestas y actividades recreativas; el tequio como medio de solución de problemas compartidos se activa, por ejemplo, para enfrentar las consecuencias de desastres causados por terremotos o lluvias extremas; el tequio para el sostén de la vida se activa para dar mantenimiento al sistema de agua potable o para la limpieza y remozamiento de espacios comunes tales como el cementerio o los caminos, por mencionar algunos ejemplos. Aunque no siempre recibe el nombre de “tequio”, una actividad asociada es la colaboración conjunta en forma de cooperación en especie o, últimamente, en dinero.
El tequio en la práctica
El tequio es un medio para producir bienestar colectivo que se sustrae de la lógica capitalista y que ha sido fundamental para la supervivencia de los pueblos indígenas durante los cinco siglos que han transcurrido desde el establecimiento del orden colonial. El tequio es pilar fundamental de las prácticas autonómicas de los pueblos y comunidades indígenas pues permite la satisfacción de deseos colectivos sin la intervención de las autoridades coloniales, del estado-nación o del mercado capitalista. Durante los primeros trescientos siglos de la colonización, las leyes también usaron la palabra “tequio” para nombrar al trabajo colectivo que tenía por objetivo producir el tributo establecido por la corona española o cumplir con las órdenes de las autoridades coloniales; sin embargo, en la actualidad ya no posee este significado; la acepción que ha llegado hasta nuestros días es la que describe el trabajo colectivo que, a través de los siglos, fue orientado a la generación del bien común.
La relación entre la práctica del tequio en la actualidad y las prácticas de trabajo colectivo antes de la colonización es compleja pues hay que tomar en cuenta, por una parte, la diversidad de estructuras sociopolíticas existentes en esta parte del mundo antes del proceso de colonización y, por otra parte, hay que considerar la profundidad histórica de los pueblos y las transformaciones por las que atravesaron a lo largo de los siglos. Un elemento fundamental para la caracterización del tequio tiene que ver con el modo en el que se establece su ejecución; la realización del tequio se decide de manera colectiva, ya sea por medio de asambleas o a través de la convocatoria de autoridades comunales legítimas. No todo trabajo colectivo es tequio, para serlo necesita ser la expresión de la voluntad colectiva y no consecuencia de la voluntad de una clase gobernante o de algún agente social en asimetría de poder sin reconocimiento comunal. En esto se diferencia fundamentalmente del trabajo colectivo para producir tributo o beneficio para un agente con poder; en este último caso el trabajo colectivo no sería tequio, sería más bien una actividad coercitiva extractivista que impide el bien común y que permite la acumulación de riqueza en pocas manos.
Considerando todo lo anterior, podemos decir entonces que el tequio se puede dar en el seno de cualquier entidad colectiva, indígena o no, urbana o rural, siempre que sea la expresión de la voluntad común. Sin embargo, en la actualidad, el tequio es una práctica sobre todo concentrada en estructuras comunales de pueblos indígenas del centro y sur de México. En los pueblos indígenas del norte del país, se encuentran otros tipos de trabajo colectivo y de apoyo mutuo que presentan ciertas diferencias con respecto del tequio debido a que, en muchas ocasiones, la organización de estos pueblos es clánica y no comunal como ya han especificado quienes denuncian la visión homogeneizarte que asume que todos los pueblos indígenas de México se organizan mediante estructuras comunales.
Tequio y reciprocidad. Entre los distintos pueblos indígenas de México encontramos prácticas de apoyo mutuo y de reciprocidad como en muchos pueblos del mundo a lo largo de la historia. Se pueden establecer relaciones de reciprocidad entre familias, individuos o comunidades basadas en la aportación de bienes concretos o basadas en el trabajo. Por ejemplo, es práctica común que una familia Y aporte granos para la fiesta de la familia Z con la que establece una relación de reciprocidad; esta familia corresponderá con la misma cantidad de granos o su equivalente en otro insumo cuando la familia Y realice su fiesta. También es posible que la base del intercambio en reciprocidad sea fuerza de trabajo y no insumos; por ejemplo, la familia Y acudirá para ayudar a la familia Z a cosechar sus campos del mismo modo en el que lo hará la familia Z en los campos de la familia Y. En ciertos lugares de Oaxaca, a estas prácticas de reciprocidad se les suele llamar “mano-vuelta” en castellano, guelaguetza o gozona en algunas lenguas zapotecas o bien “tunjënpity” en ciertas variedades de la lengua mixe.
Otro ejemplo es el caso de las comunidades mixes y zapotecas de la sierra norte de Oaxaca que establecen relaciones de reciprocidad musical cuando la banda filarmónica de una comunidad acude a la fiesta de otra comunidad que después, en correspondencia, enviará su banda filarmónica a la festividades de la primera.
Ahora bien, ¿cuál es la relación entre el tequio y estas otras relaciones de reciprocidad? Podemos decir que el tequio se inscribe también entre el ecosistema de prácticas de apoyo mutuo pero a diferencia de las practicas de reciprocidad, el tequio se realiza dentro de una colectividad para producir un bien común mientras que en las relaciones de reciprocidad es necesario que entren en relación al menos dos entidades. No todo apoyo mutuo es recíproco y no todo apoyo mutuo es tequio. La ayuda que reciben los deudos para la realización de un funeral es apoyo mutuo aunque la reciprocidad no sea un requisito; en cambio en fenómenos como la “mano-vuelta” se espera que el apoyo prestado sea correspondido en la misma magnitud en la que fue otorgado. El tequio no se reconoce como un apoyo a otra entidad, es la entidad colectiva misma produciendo bien común por medio del trabajo de todos sus integrantes.
Tequio y comunalidad
Si bien es posible hallar el tequio como una práctica común en diferentes tipos de unidades colectivas que toman desiciones en conjunto, es verdad que dentro de los sistemas sociopolíticos comunales constituye uno de los pilares fundamentales. Este término fue acuñado por el pensador mixe Floriberto Díaz y el pensador zapoteco Jaime Luna, “comunalidad” describe un sistema sociopolítico que se sustenta en la propiedad comunal de la tierra, en la asamblea como máximo órgano de desiciones, en la autoridad como servicio gratuito, en el tequio y en la fiesta. El tequio dentro de la comunalidad adquiere ciertas características especiales que lo hacen más imperativo. Dentro de las estructuras comunales, el tequio se brinda, generalmente, por cada unidad familiar y no a nivel individual. Además, dar tequio se considera un requisito para el disfrute de otros bienes comunes como la tierra comunal, el acceso a la asamblea para producir decisiones comunitarias y la posibilidad de participar del ejercicio de autoridad. En otras palabras, el tequio habilita la participación en la vida y política comunitaria.
Es importante apuntar que el tequio es una práctica que se mantiene en contextos de migración aún cuando otros elementos de la comunalidad, como la tierra en propiedad común, no puedan recrearse; éste es el caso de las comunidades zapotecas migrantes en Los Angeles que han mantenido el tequio aún en nuevas circunstancias políticas y geográficas para enfrentar los retos que les erige la experiencia migratoria.
En la actualidad los retos que amenazan la continuidad del tequio tienen que ver con una mayor penetración del mercado y del estado que crean un espejismo en donde el tequio ya no es necesario para cumplir deseos comunes o enfrentar problemas colectivos, tareas éstas que el estado dice poder resolver y para las cuáles el capitalismo ofrece comprar soluciones; tanto el estado como el mercado erosionan la conciencia de que el bien individual depende profundamente del bien colectivo. Otro reto que enfrenta el tequio es la apropiación por parte del discurso político estatal, cada vez es más común que este concepto se trivialice y se tergiverse cuando se usa como parte de campañas electorales. Por ejemplo, en Oaxaca, durante 2023, el gobierno estatal decidió crear la “Secretaría de Bienestar, Tequio e Inclusión” apropiándose e institucionalizando así el nombre de una de las prácticas de resistencia más importantes para los pueblos indígenas.
A pesar de esto, el tequio sigue produciéndose, aún en contextos en los que parece haberse abandonado resurge con fuerza cada vez que una colectividad enfrenta problemas; es una práctica de larga data que sobrevive en la memoria de muchos pueblos y que se mantiene vigente como herramienta efectiva para la generación del bien común.
Referencias
- Bustillo Marín, Roselia y Enrique Inti García Sánchez. (2019) Tequio, expresión de solidaridad. Requisito para ejercer los derechos político-electorales en las comunidades indígenas. Cuadernos de Divulgación de la Justicia Electoral 34. TEPJF.
- Robles Hernández Sofía y Rafael Cardoso Jiménez. eds. (2007) Floriberto Díaz, Escrito. Comunalidad, energía viva del pensamiento mixe Ayuujktsënää yën - ayuujkwënmää ny - ayuujk mëk äjtën. UNAM
- Zolla, Carlos y Emiliano Zolla Márquez. (2004). Los pueblos indígenas de México: 100 preguntas. UNAM.
Recursos
- Tierra, comunalidad y tequio: https://www.revistadelauniversidad.mx/articles/b086416c-af16-46a8-b7df-cc20e4b2c811/tierra-comunalidad-y-tequio
- Diario comunal de Jaime Luna: https://jaimemartinezluna.blogspot.com/2014/10/diario-comunal-284-el-tequio-es-una.html
- Trova serrana: tequio: https://www.youtube.com/watch?v=Sikx0cB4P_g&list=RDSikx0cB4P_g&start_radio=1